¿En qué tiempo estamos?
color, Apamates , Araguaney, amarillos, Trinitarias, lluvías, energía, madre tierra, hortelanas del alma, agricultura, alimento, tierra, vida, agua, suelo, cielo, trigo y cebada, mango, arroz, merey, turpial, guacharaca, cristofué, río, Orinoco, mar, cuenca, salto. Origen. Cultivo, cuidar, atender, guardar conservar, mantener, amar.
Nuestro círculo se llama hortelanas del alma, y en nuestro nombre reside nuestra tarea. El trabajo del hortelano consiste en hortelanear, en cultivar con cariño y esmero. La imagen del cultivo se asocia espontáneamente a la agricultura, al cultivo de nuestra madre tierra; del fruto de nuestro cultivo sale el alimento y del alimento la vida; cultivando la tierra, ésta nos alimenta. En nuestro interior, necesitamos del cultivo cotidiano del alma, el cultivo de lo profundo y lo sagrado.
"El mal del siglo XX es la perdida del alma. Cuando se la descuida, el alma no se va precisamente, sino que se manifiesta en forma de obsesiones, adicciones, violencia y pérdida de sentido. Caemos en la tentación de aislar estos síntomas, pero la raíz del problema es que hemos perdido nuestra sabiduría sobre el alma, e incluso nuestro interés en ella. Pero en nuestra historia hay notables ejemplos de comprensión intuitiva sobre la naturaleza y las necesidades del alma, de modo que podemos recurrir al origen en busca de los guías que nos permitan recuperar esta sabiduría."
El cuidado del alma, Thomas Moore
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Nuestro círculo se llama hortelanas del alma, y en nuestro nombre reside nuestra tarea. El trabajo del hortelano consiste en hortelanear, en cultivar con cariño y esmero. La imagen del cultivo se asocia espontáneamente a la agricultura, al cultivo de nuestra madre tierra; del fruto de nuestro cultivo sale el alimento y del alimento la vida; cultivando la tierra, ésta nos alimenta. En nuestro interior, necesitamos del cultivo cotidiano del alma, el cultivo de lo profundo y lo sagrado.
"El mal del siglo XX es la perdida del alma. Cuando se la descuida, el alma no se va precisamente, sino que se manifiesta en forma de obsesiones, adicciones, violencia y pérdida de sentido. Caemos en la tentación de aislar estos síntomas, pero la raíz del problema es que hemos perdido nuestra sabiduría sobre el alma, e incluso nuestro interés en ella. Pero en nuestra historia hay notables ejemplos de comprensión intuitiva sobre la naturaleza y las necesidades del alma, de modo que podemos recurrir al origen en busca de los guías que nos permitan recuperar esta sabiduría."
El cuidado del alma, Thomas Moore
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