Entrevista con la fundadora Hortensia Carrer por Karel Mena
Una vez al mes, cuando el cielo está totalmente oscuro, porque la luna nos oculta su cara, miles de mujeres del mundo, se toman un espacio para sí mismas. Hacia el anochecer caminan hacia un lugar de sus respectivas ciudades, pueblos o tribus. Se reúnen en círculos y comparten toda la sabiduría de la tradición oral de sus linajes femeninos. Un círculo existe porque alguien lo impulsa, lo alimenta, lo cuida y hace la convocatoria. El círculo “Hortelanas del Alma” de Barcelona (ESPAÑA) y ahora el de Caracas (VENEZUELA) es el deseo hecho realidad de Hortensia Carrer, psicóloga jungiana, venezolana que vive en la capital catalana desde el 2002.
¿Por qué Jung y por qué Jung permite un trabajo con lo femenino que no está presente en otras psicologías?
Jung basa su cuerpo teórico en el aspecto de lo femenino en el ser humano, tanto en los hombres como en las mujeres. Lo femenino no como género sino como aspecto psicológico. Hoy día las mujeres estamos llamadas a despertar esa conciencia después de estar por tanto tiempo “ocultas” en estos años de cultura patriarcal.
Ese aspecto femenino está callado, oprimido, olvidado, censurado…
Todo eso y además hubo un tiempo en el que estuvo poco valorado. Nosotros somos hijos de una generación que consideraba que las cosas de mujeres eran cosas menores, cosas poco importantes incluso poco valiosas de tener.
El feminismo gritó esa necesidad de ser tomadas en cuenta.
Lo que gritaron las feministas fue la necesidad de igualdad, la necesidad de equipar, sobre todo, los derechos humanos. El movimiento feminista está entre los grandes movimientos del siglo XX. Su grito despertó una memoria milenaria. Estaban además creando un movimiento a contracorriente de siglos de historia. Tenía que ser un grito. La sociedad debe agradecer este grito aunque pienso que inevitablemente tuvo que hacerse de una forma masculina. Esto configuró un sello que todavía cuesta desmarcar que es que las feministas son mujeres violentas y que fundamentalmente están en contra del hombre.
Esta ira era una fuerza…
Sí que estaban iracundas pero como no estarlo si tenían el peso de siglos de dolor, de maltrato, de opresión y de abuso sobre sus espaldas. Las mujeres y los niños constituían la mano de obra barata de la era industrial. Estas mujeres se levantaron con toda la ira que el maltrato trae consigo.
También el feminismo contribuyó a que la mujer rescatará la relación con su cuerpo. ¿Cómo nace esta necesidad?
Una vez las necesidades básicas están cubiertas surgen otro tipo de necesidades entre ellas la búsqueda espiritual. Yo creo que el movimiento feminista ha transitado muy rápidamente esa pirámide ascendente. Una vez que la lucha por la “igualdad” con los hombres comenzó a dar sus frutos surgió la necesidad de vernos a nosotras mismas y de esa mirada surge la pregunta ¿Qué es ser mujer?. Esto pasa por una distinción de género que las primeras feministas no tomaron en cuenta porque no era el momento histórico pero hoy día justamente esa es la lucha, cuales son esos valores que han quedado en el tapíz de la historia y que hoy día se necesitan con extrema urgencia. En la diferencia está verdaderamente nuestra identidad. El cuerpo femenino tiene un alma y un espíritu que se traducen en unos valores y una manera distinta que mirar el universo, Un universo que lejos de estar en oposición a lo masculino se siente complementado y a la vez es complemento de aquel.
En tu trabajo en el círculo de mujeres se ve siempre una analogía entre las mujeres y los ciclos de la naturaleza. Esto es un aspecto que has trabajado desde algún punto de partida, desde algún movimiento.
En primera instancia está el movimiento de irme conociendo cada vez más a mi misma y de ir respetando los ciclos dentro de mi, por ejemplo la menstruación que es un período que tiene que ver con los ciclos y fases de la luna y así cantidad de sorprendentes hallazgos como el que la composición del líquido amniótico es exacto al agua de los océanos.
La consciencia de esta analogía ha hecho que la mujer recuerde que en ella hay un ritmo natural que tiene que ver con los ritmos de la naturaleza. Otro ejemplo maravilloso es la analogía entre las cuatro estaciones y las edades de la mujer.
Luego está por ejemplo el movimiento político de las Ecofeministas y algunos otros que identifica a la mujer con la Madre Tierra. Son movimientos inspiradores en este aspecto porque la tierra con todas sus características de dadora, generadora, nutridora, creadora es equiparable a la energía femenina de la misma manera que los innumerables abusos que ha tenido la tierra desde la era agrícola son equiparables al abuso que también ha padecido la mujer. Con la era agrícola se inicia el término legal de la propiedad privada donde tierra, animales, niños y mujeres quedan al servicio y bajo el mando del hombre, del patriarca, del amo o del jefe.
Y esto ayuda a salir de la inmersión de la cultura patriarcal, el hecho de que la pauta venga dada por la naturaleza.
Justamente es una mirada importante que debemos darle al panorama actual. Es la tierra la que está siendo maltratada La tierra está sufriendo entre otras muchas cosas un vertiginoso cambio climático, que no es mas que el síntoma de un tratamiento abusivo con ella. Nuestra mirada tiene que ver a la naturaleza como un ciclo en que el nosotros somos parte inherente, somos parte de esa naturaleza todo está conectado en perfecta unidad . Si dañamos la naturaleza nos dañamos a nosotros como especie. Voltear la mirada hacia ella no es otra cosa que una mirada hacia nosotros y preguntarnos ¿Qué nos estamos haciendo y hacia donde queremos llegar? .
Esa mirada se rescata a través de los rituales.
Los rituales es lo que le da al ser humano la oportunidad de hacer sagrado lo cotidiano. El materialismo desacralizó nuestros actos y nuestros pensamientos así nos hemos equiparado al mismo nivel que cualquier objeto material. Rescatar los rituales no es otra cosa que rescatar lo sagrado de la vida y volver ver las cosas como parte del misterio. Todo lo vivo hay que cuidarlo. Las piedras que quizás las vemos como el material más inerte que tiene la tierra, tienen vida. En los temascales decimos que las piedras tienen la memoria de la humanidad y les pedimos que nos abran los sentidos para escuchar esa memoria.
Esta ola de la nueva conciencia que se les propone sobre todo a las mujeres no crees que en esta sociedad occidental haya pasado a ser un elemento más de consumo.
Lo que no podemos es sustraernos de la realidad. Por eso la conciencia es lo único que hace que el camino sea lo más impecablemente posible porque somos una sociedad que se fundamenta en el consumo. Hay un superávit de producción que “debemos” consumir. El contexto social y cultural nos hace que necesitemos más cosas de las que realmente necesitamos. Y el feminismo y los movimientos de mujeres también. Yo siento que en la medida que ritualicemos más nuestras acciones y sintamos más una conexión espiritual y sagrada con todo lo que hacemos, en esa medida nuestras necesidades van haciéndose cada vez más esenciales. Es el consumo voluntario un concepto interesante de tener en cuenta para poder implementar un consumo conciente es decir; qué consumimos, de dónde viene lo que consumimos, quien y donde y bajo qué medidas se fabrica lo que estamos consumiendo. Una actitud ética ante los medios de producción. Buscamos lo más barato y lo más barato es la mayor de las veces producido a través del abuso.
Las lecturas que más te han marcado a la hora de afrontar tu trabajo.
Han ido variando con la edad. Sin dudas C.G. Jung y Hillmann han sido grandes maestros luego y cada autor en su momento ha ido nutriendo mi pensamiento por ejemplor Beauvoir, Eisler, Neumann, los místicos cristianos, el Maestro Eckhardt, Fritjof Capra, Ken Wilber, me gusta mucho la lectura de los analistas jungianos tanto los viejos como M.L. Von Franz, Harding como los nuevos como
Hay un compromiso tuyo, personal y profesional, con el papel de la mujer en la transformación del mundo.
Sí, yo diría es un compromiso conmigo como mujer y con el momento histórico que me ha tocado vivir, no queda otra, no es así?
Es tu misión en la vida.
Quizá para mi la misión es el compromiso con lo que me toque vivir, soy naturalmente una persona comprometida y al final hay que recordar la célebre reflexión de las feministas de los 70’s que lo privado es también político, por tanto la misión es el día a día y tus decisiones al respecto.
El dolor es un momento fértil para el descubrimiento de nuestro interior.
El sufrimiento es terreno fértil para la reflexión, es la vía regia al inconciente y al corazón. Las cosas que comprendes cuando sufres no son las mismas que comprendes cuando todo anda bien, estás abierto a profundizar en ti mismo. Jung nos enseña que es en el sufrimiento en donde podemos hacer alma y los místicos cristianos llaman a esos períodos, la noche oscura del alma.
¿Cuál es tu papel en ese cruce de la noche oscura del alma?
Acompañar. Me gusta mucho el símbolo del caminante con la lumbre en la mano. Ser la luz para que en la oscuridad no pierdas el camino.
Imagino que acompañas en el viaje de individuación.
La individuación es un proceso dinámico que dura toda la vida, pero alguien tiene que iniciarte en el camino para conseguir su pleno desarrollo. Es el camino de ser consciente, de ser uno mismo aunque paradójicamente ser uno mismo es lo que te separa de ser individualista y es este sentido de unicidad con el todo lo que te permite vencer el vacío y la soledad tal como la vivimos los seres contemporáneos sobre todo los que vivimos en las urbes. Yo lo visualizo como si cada ser estuviera en un ascensor de crital, desde donde ve al otro pero está totalmente desvinculado.
En ese sentido, los círculos de mujeres que promueves ayudan a bajar el cristal…
De alguna manera, es vincularnos desde lo esencial. Por eso se dicen frases como “cuando habla una hablamos todas”. Y esto no es una metáfora es una realidad.
¿Cómo llegaste a los círculos de mujeres?
Comencé cuando trabajaba en
¿Cómo es el hacer femenino?
Tenemos que acostumbrarnos que el modo femenino es más silente, es más un tejido una red. No hay que olvidar que la mujer sigue siendo el centro del hogar y el hogar el centro de la sociedad. Si nosotras logramos cambiar nuestro ámbito personal estamos contribuyendo a cambiar el mundo, pero para eso tenemos que cambiar nosotras primero.
Pero esto crea resistencia en la sociedad.
Siempre hay resistencia a vencer.
Cuales son los valores de lo femenino.
Tienen que ver con la contraparte de la violencia. Cuidar todo lo vivo. Nosotras como guardianas tenemos que despertar esta conciencia luego podremos guiar a los hombres a que estos encuentren el anima dentro de sí mismos, esa contraparte que derumbará los valores negativos del patriarcado.
Se relaciona este trabajo con alguna política…
Las mujeres tenemos que llegar a posiciones donde se toman decisiones. Por que es allí, en la política, donde se producen realmente los cambios. Una cosa es la masa crítica que puede promover cambios pero otra muy distinta es estar en los sitios donde se toman las decisiones.
¿Qué relación tiene la mujer con el poder?
Una de las frases lúcidas de Jung es: “donde hay poder no hay lugar para el amor y donde hay amor no hay lugar para el poder”. El poder de la mujer tiene que ser el poder del amor, de la compasión.
¿Qué es lo que más deseas?
Deseo caminar sobre mis palabras.
Y una de esas palabras es…
Rasgo principal: La flexibilidad
Defecto: La impulsividad
Estado actual: Plenitud
Ideal de la felicidad: La serenidad
Que despierta tu ira: La traición. La ira es una fuerza que he usado en la justicia
Cualidad que admira del ser humano: La nobleza
Palabra favorita: Belleza
Obra de arte insuperable: La Pietat de Miguel Ángel
Máxima en el trabajo: Eficiencia
Tu aporte al mundo: Una llamada de atención a la conciencia
Poeta: Cavafis
Algo hermoso: Un ocaso
Héroe: Los héroes anónimos
Asignatura pendiente: El canto
No comments:
Post a Comment